sábado, 8 de diciembre de 2007

INMIGRACIÓN Y SINDICATOS EN GALICIA

El-Omari leva dende 1994 á fronte do CITE de CCOO en Santiago

Tito denuncia que en Galicia existe racismo e que a discriminación laboral se ceba cos inmigrantes
Ernesto, afiliado á CIG, agarda no paro a que se celebre o xuízo contra a empresa á que denunciou

Galiciae
Lucha por los derechos laborales
La inmigración se hace ver en los sindicatos gallegos
Ana Conde.Nova +.
Son el nuevo proletariado y comienzan a dejar atrás el miedo para defender sus derechos laborales, a pesar de que para muchos unas vacaciones o una paga extra son casi lujos inaccesibles. En la actualidad, los trabajadores inmigrantes representan el 2% de la afiliación de los sindicatos CIG, UGT y CC.OO en Galicia. Las centrales valoran como alta esta cifra, toda vez que Galicia es una de las comunidades con menos extranjeros trabajando de forma legal. En la actualidad cotizan a la Seguridad Social más de 41.000 trabajadores foráneos, un 20% más que hace un año. Con todo, la comunidad sigue ocupando los últimos puestos de España en cuanto a trabajadores extranjeros, que sólo representan el 3,7% del total de afiliados.
La mayoría de los extranjeros que llegan a Galicia en busca de empleo recurren a las centrales de la comunidad, por las que se sienten "bien representados", segundo afirma Messaoud El-Omari, responsable del Centro de Información a Trabajadores Extranjeros (CITE) de CC.OO en Santiago.En una primera etapa, los sindicatos les ayudan con la burocracia dirigida a regularizar su situación: visados, reagrupación familiar, expulsiones, etc. Además, los orientan en temas como buscar vivienda, tramitar la tarjeta sanitaria o escolarizar a los hijos. Los responsables de las tres centrales destacan que atienden "a muchas más personas de las que están afiliadas".Degradación de los derechos laboralesLuego llegan los problemas laborales, ya que se trata de un colectivo muy vulnerable que se ve obligado por subsistencia a aceptar tareas y condiciones que un gallego no asumiría. "Muchos empresarios saben de su necesidad y le dicen eso de 'aquí hay esto, o lo coges o lo dejas' y ellos se ven sometidos la esa situación", denuncia Carmen Brea, responsable de Servicios Sociales de UGT.Esa degradación de los derechos laborales repercute directamente en el conjunto del mercado laboral. Lo constata Laura Bugallo, de la CIG, que pone de relieve que las "desventajas que sufren los inmigrantes por no tener papeles o por la mala praxis empresarial también nos afectan a los trabajadores gallegos".Hostelería, construcción y servicio doméstico, los peores Abusos los hay, y a diario. Los sindicatos UGT y CIG hablan de recortes de derechos legalmente reconocidos, salarios por debajo del convenio o jornadas laborales de incluso 17 horas. Hostelería, construcción y servicio doméstico son según las centrales sindicales los sectores de donde llegan la mayoría de las reclamaciones de trabajadores inmigrantes.Un sector en el que abundan los jefes desaprensivos es o servicio doméstico, donde las situaciones llegan a ser "realmente dramáticas" para las mujeres, que no pueden denunciar sus casos porque corren el riesgo de ser expulsadas. "La mayoría ha llegado en situación irregular y siguen sin papeles, al no tener un contrato", explican los sindicatos, que revelan que muchas veces se ven obligados a recurrir "al chantaje" para lograr que estas asistentas cobren lo que se les debe. "Los que cometen estos abusos no merecen llamarse empresarios, porque sólo son piratas que buscan del dinero fácil", sentencia Carmen Brea.Frente a estos tres sectores destaca el pesquero, que los sindicatos ponen como ejemplo "de una regularidad exquisita", al ser un ámbito que facilita una correcta integración.

Messaoud Lo-Omari. Marruecos

Messaoud El-Omari abandonó con sólo 20 años su Marruecos natal en busca de un trabajo "y de una vida mejor". Su destino: Galicia, donde unos conocidos suyos se establecieran tiempo atrás. La venta ambulante lo llevó a Santiago, donde decidió quedarse "porque me pareció una ciudad tranquila y bonita", relata. Es justo de esta primera etapa de la que tiene peor recuerdo, al subrayar que la experiencia "inicialmente siempre es dramática. Mi preocupación era conseguir el pan del día siguiente".No sufrió discriminación laboral, ya que su relación con la empresa fue nula, "porque por más que busqué trabajo nunca me ha salido nada". Fue entonces cuando entró en contacto con gente de Comisiones que lo invitó a colaborar con la central, cosa que ha hecho encantado "porque siempre me gustaron los temas sociales y la defensa de los derechos laborales".En esos años, el sindicato creó centros de información para trabajadores extranjeros a los que El-Omari estuvo vinculado desde sus inicios. Como responsable del CITE de Santiago atiende la personas inmigrantes a las que entiende mejor que nadie. Ha conseguido traer a su novia y crear aquí una familia. Tras diecisiete años aquí afirma que Galicia "es mi país". Cuenta que se siente "como los gallegos de Argentina; cuando voy a mi tierra me llaman gallego y aquí soy el marroquí".

Luis Alfredo Tipuaña. Ecuador

Luis Alfredo, conocido como Tito, llegó a Ferrol en un segundo intento por probar suerte en España. El primero lo llevó en el 2000 a Madrid, Mallorca y Barcelona, donde la experiencia fue tan mala que pocos meses después decidió regresar a su Ecuador natal.A los dos años volvió a intentarlo, esta vez acompañado por su mujer, Josefina. En estos años, este ecuatoriano de 41 años trabajó como pintor, jardinero y panadero, estando empleado en la actualidad en una empresa de aislamientos. Le gusta Ferrol, donde vive con su mujer y su hija de 15 años, porque "aquí por lo menos puedo reunir dinero", objetivo muy complicado en las ciudades grandes, "donde cobras más pero el coste de la vida es también mucho más caro". Pero las ilusiones para un trabajador inmigrante se cotizan más caras, tal y como reconoce Tito, que no duda en afirmar que en Galicia hay racismo "con nosotros y con nuestros niños". Subraya que en las empresas "me miran de forma diferente por ser de fuera". Sufrió de cerca la discriminación laboral, cuando su jefe le hizo firmar una nómina "y cuando abrí el sobre había 500 euros de menos".

Ernesto Alberto Rodríguez Baliño. Uruguay.

Ernesto llegó a Santiago hace tres años y medio. El primero de ellos sobrevivió gracias al top manta. Consiguió el cartón de residencia gracias a una falsa oferta de trabajo de asistente de hogar "que me hizo mi prima", solución desesperada a la que recurren muchos nietos de inmigrantes que, como él, no son capaces de conseguir los papeles. Buscó asesoramiento en el departamento de Inmigración de la CIG y se animó a sindicarse. "Es fundamental para afrontar la prepotencia de la patronal", subraya. Trabajó en una subcontrata de Cofaga repartiendo productos farmacéuticos. A un primero contrato de mes y medio "argumentando a 12 de febrero acumulación de tareas tras la campaña navideña, te imaginas?", le siguió otro temporal. En ambos casos, este uruguayo de 45 años trabajó once días sin cotizar. "Lo descubrí al pedir una vida laboral", explica Ernesto, que en ese momento no denunció "porque sabía que hacerlo era quedare sin trabajo".Ya en el tercer contrato sufrió una baja laboral y el día en que regresó "el jefe no me dejó entrar, me dijo que no quería verme más por allí". Durante esos meses había hecho jornadas de 60 horas cuando lo pactado eran 40, "y no es que cobrara las otras 20 en negro", aclara. Llegado este punto decidió que había reunido "suficientes irregularidades" como para denunciarlas y se armó de valor. Ahora, en el paro, espera a que llegue el juicio. Denuncia que el acoso laboral se ceba con los inmigrantes y admite que la burocracia a la que los somete la Ley de Extranjería los obliga a soportar "cosas que en mi país no toleraría nunca".
28/11/2007

Esta es una nota que me hicieron hace un par de meses, sobre la situacion de los inmigrantes con el trabajo y con los sindicatos. Debo aclarar, que por lo menos desde mi experiencia, no creo que la situacion laboral en Galicia, sea peor por el echo de ser inmigrante, mis compañeros gallegos sufrian la misma precariedad que yo, donde si veo la dificultad es en la burocracia de extranjeria, ya que cada dos años tengo que renovar mi residencia y mostrar un contrato, y si te agarra la renovacion, justo cuando te quedas sin trabajo, tenes problemas.
Dejo el link con la nota en su contexto e idioma original para quien le interese.



3 comentarios:

Carilisve dijo...

¡Hola Ernesto!
Primero quería comentarte que cuando presiono en las palabras que tienen algún enlace, me remiten a http://es.ask.com/; desconozco si esto es normal, tan solo quería que los supieras.
Creo que el tema de los inmigrantes es cada vez más preocupante en España, aunque también considero que es más leve (sin dejar de ser grave) que en otras sociedades.
Personalmente, a pesar de tener nacionalidad española uno de mis principales temores al momento de tomar un decisión de emigrar, es precisamente esa... Aunque a través de muchos amigos que tengo en España, al igual que en tu nota, he observado que la situación tiende a mejorar gracias a la unión de los trabajadores y a los sindicatos.
Sin embargo, queda mucho por hacer...
Desearía continuar este tema, pero es media noche y me toca levantarme temprano, pues mi hija tiene una presentación de ballet mañana.
Buena nota y buen reportaje.
Saludos.

Andrea ....de acà y de allà dijo...

Hay sectores y lugares donde la cosa está complicada y no importa si sos de acá o de fuera.. eso es así..y lo del tramite de renovación es bastante injusto, enes que estar rezando que justo tengas laburo cuando esta por caer la renovación...
Yo que sigo sin papeles, tengo el mismo trato que una señora andaluza que esta jubilada , pero trabaja igual, y que una chica marroqui que no quiere aportar porque lo hace por otro lado, trabajamos ne el mismo sitio y nos dan el mismo trato..nada de pagas, nada de horas extras, y si te enfermñas o lo que sea, parece que sos un desalmado que los dejas tirado...no tenemos feriados, nada.. eso lo sufro yo sin papeles, pero tambien los demás, tanto la de aqui, como la chica marroqui que si tiene papeles...y ahora cuando me salgan los papeles, y me hagan contrato, por mucho contrato que tenga, me seguiran tratando igual... y solo me queda aguantar un tiempo mas, hasta poder cambiar de rubro, o conseguir otro contrato..todo por la ley de extranjería..

Andrea ....de acà y de allà dijo...

ah le di al enter demasiado rapido..un beso¡¡¡¡¡